1.13 Simbiosis: una vida en común.

Dr. César Arrese-Igor Sánchez
Catedrático de Universidad del Departamento de Ciencias

La especie es la unidad básica desde la perspectiva de la diversidad de los organismos vivos y desde el punto de vista reproductivo y evolutivo. Sin embargo, los organismos vivos no nos relacionamos sólo con individuos de nuestra especie, sino que mantenemos distintos tipos de relaciones con otros organismos que pueden, desde servirnos como alimento u obtener de ellos algún tipo de beneficio, a situaciones diametralmente opuestas, como provocar enfermedades o la muerte.

Un tipo muy especial de relaciones es lo que denominamos simbiosis (vida en común), en la que individuos de especies distintas cooperan para conseguir un beneficio mutuo. Pertenecen a este tipo de relaciones las que establecen, por ejemplo, el pez payaso con las anémonas. También, las algas y hongos que forman los líquenes. Y muchos otros ejemplos. Hasta hace poco tiempo, este tipo de asociaciones se consideraban como algo que, aunque aportando ventajas mutuas a estos individuos, no dejaba de ser percibido como bastante anecdótico.

Sin embargo, cada vez son más las evidencias que señalan que los procesos simbióticos son esenciales para el desarrollo de la vida tal como la conocemos. Nuestras propias células derivan de procesos simbióticos que se produjeron en fases tempranas de la evolución. La colonización del medio terrestre por parte de las plantas está estrechamente ligada a la capacidad de que éstas formaran simbiosis con hongos.

Cada día, conocemos más procesos de este tipo. En particular, el futuro de la agricultura sostenible, el gran reto para mantener la alimentación de la población mundial, parece estar ligado a las interacciones que las plantas pueden establecer con microorganismos del suelo.

 

Esta charla se ofrece solo en castellano.